Este encargo refleja perfectamente el amor de esos padres para los que su familia es lo más importante del mundo. Ignacio quiso congelar un momento cotidiano en sus vidas para regalárselo a su mujer, y éste fue el resultado: la pequeña Vega, con su albornoz amarillo de conejito y su pijama y zapatillitas rosas, bien tiesa en su cunita; y su mujer, al lado, con su moño, sus mallas de rayas de colores (pintadas a mano, por cierto) y su cámara Pentax al cuello. ¡Las reinas de la casa!
Fofuespejos de la pequeña Vega y su madre.
¿Qué os parece el conjunto? Echad un vistazo al álbum completo publicado en Facebook y no os perdáis detalle porque merece la pena. Él todavía está alucinando con el resultado y ella sabemos que se emocionó muchísimo al verlo... Así que, como decimos siempre: gracias Ignacio por confiar en nuestras manos.
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