Para aniversarios, bodas, nacimientos, cumpleaños o simplemente para un día especial; las flores siempre han sido el regalo por excelencia, ya que nos transmiten cosas que ningún otro detalle puede. Pero hay dos problemas con ellas: la pronta caducidad de las naturales y la frialdad de las de plástico. Y nosotros, como buenos amantes de las flores (y en especial de las rosas rojas) hemos querido aportar nuestro granito de arena para conseguir que sean el regalo perfecto... y este es el resultado. ¿No os parece la rosa más bonita del mundo?
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