Hoy tengo el gustazo de presentaros a Aída, una de mis mejores amigas (y con diferencia). Esta fofucha fue un regalo que quise hacerle el pasado mes de febrero en un momento un poco complicado de su vida, y que provocó en ella justo lo que buscaba: que por un momento se olvidase de todo lo malo y sonriese.
Su moño habitual, su camiseta negra de tirantes, sus sandalias, su pantalón bombacho de mil colores (que, por cierto, está pintado a mano) y esa sonrisota que nunca tenía que haberle abandonado. Esta fofucha es casi más ella que ella misma.
Además del detalle de la fofucha personalizada, la cajita hace que la fofucha también sea útil para guardar joyas, bombones o cualquier otra cosa.
Espero que os guste tanto como le gustó a su dueña. Y si queréis ver más detalles, ya sabéis: aquí tenéis su álbum de fotos completo, publicado en la página oficial de Creaciones EME en Facebook.
¡Un abrazo fofucho!
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